Matías, la ardilla (III)

Matías, la ardilla (I)Matías, la ardilla (II)Matías, la ardilla (III)
Esta es la última entrega de una corta historia para estudiantes de español como lengua extranjera. Los capítulos anteriores se pueden leer en la primera y la segunda entrega. En esta, se introducen otros tiempos verbales: el pretérito imperfecto, el pretérito perfecto compuesto y el futuro simple.

4. Reencuentro

"¡Mamá! ¡Papá!", grita Moni al verlos. Sale corriendo y se abrazan. "¿Dónde has estado?", le preguntan. La madre de Matías habla con ellos y se lo explica todo. Los padres de Moni los invitan a todos a subir a su casa y tomar algo. Matías y Dani están contentos por Moni y después de comer juegan con ella y sus amigos a hacer carreras. Pasan una tarde muy divertida en La Orilla del Río, pero al fin deben volver al Bosque del Valle. "Muchas gracias por todo", les dice la madre de Matías a los padres de Moni. "A vosotros por ayudar a Moni", le responden. Matías y Dani están un poco tristes por dejar a Moni, pero ella les dice que pueden ir a jugar con ella siempre que quieran y ellos también la invitan a su casa. "Y ten cuidado con las hierbas", le dice Matías. "Sí, no volveré a enredarme en ellas", responde Moni.

De vuelta en casa, Matías no deja de pensar en lo bien que lo han pasado en casa de Moni y lo cerca que está del río. "¿Por qué nosotros vivimos en El Bosque, papá?", quiere saber. "Bueno, pues porque mi abuelo ya vivía aquí y mamá también creció aquí, y aquí nos conocimos", responde su padre. "Es verdad", añade su madre, "nuestras familias siempre han vivido aquí, hijo. ¿Es que ya no te gusta El Bosque?" "¡Oh, no! No es eso. ¡Me encanta El Bosque!", dice Matías. "A Matías lo que le gusta no es el río, mamá", dice Susi, riendo. "¿Y tú qué sabes?", responde él, un poco enfadado.

5. El escondite

Unos días después, por la mañana, Matías oye una voz que dice: "¡Matías! ¿Estás despierto? ¡Baja, Matías!". Es Dani, desde fuera. Al bajar, Matías se sorprende al ver a Moni y a más ardillas del río. "¡Buenos días, dormilón!", lo saludan. Matías está muy contento de ver a sus nuevos amigos y pide a sus padres si esta mañana puede ir a jugar en vez de ayudarlos con las bellotas. "Está bien, ve con tus amigos, pero tened cuidado", le dice su madre.

En total, son cinco: Dani, Matías, Moni, Toñi e Isa. Juegan al escondite, pero con una condición: "No vale esconderse entre las hierbas", dice Moni. Todos ríen y empiezan a jugar. Le toca contar a Dani. Se acerca a un árbol y dice en voz alta: "Uno, dos, tres, cuatro...". Todos salen corriendo menos Toñi, que se sube al árbol donde cuenta Dani. Cuando acaba, Dani va a buscarlos a todos. Isa se ha escondido detrás de una roca y Dani le ve la cola. "¡Isa! ¡Detrás de la roca!", dice Dani. "Oh, vaya", se queja ella. Matías tampoco se ha escondido muy bien. Está dentro de un tocón vacío y se le ven las orejas. "¡Matías, te he visto!". "¿Dónde estarán Moni y Toñi?", se pregunta Dani. Al poco, ve a Moni. Está detrás de un árbol. "¡Ahí estás!", le dice. Solo falta encontrar a Toñi, pero le está resultando muy difícil. No está detrás de ningún árbol, ni de ningún arbusto. "¡Toñi, Toñi!", la llaman todos, "¿Dónde estás?". "Uuh... He desaparecido...", oyen de repente. Pero siguen sin poder verla. "Toñi, ya no es divertido, ¿dónde te has escondido?", dice Moni, un poco preocupada. "¿Sabes? Eso que has dicho rima", se ríe Toñi. "¡Ah, ahí está! ¡Encima del árbol!", dice por fin Matías. Al descubrirla, Moni dice: "La próxima vez, tampoco vale subir a los árboles" y todos ríen.

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